Exfoliante a base de azúcar
Pon
azúcar en un pequeño tazón y agrega jugo de limón hasta formar una pasta. El
momento de la ducha es el ideal para la exfoliación. Frota tu piel con este
preparado, y luego enjuágate bajo la regadera. Usa alternadamente esta pasta y
una a base de almendras y aceite de sésamo. Verás lo suave que queda tu piel, y
¡con poco dinero!
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